Las plantas fuertes y vigorosas son mucho más resistentes a los ataques de plagas y enfermedades. Si se cultivan las plantas correctamente: labrando el suelo, aportándoles abono orgánico (humus de lombriz, compost, estiércol, mantillo) y drenajes si son necesarios, regándolas lo suficiente, ni mucho ni poco y realizando una fertilización equilibrada (sin exceso de Nitrógeno, porque hace a las plantas más tiernas para los insectos) serán mucho más resistentes a los parásitos.
Inspecciona con frecuencia (una vez a la semana) las plantas para detectar la presencia de parásitos o cualquier signo de enfermedad. Especialmente, las que fueron atacadas el año anterior. El detectar las plagas y enfermedades en sus primeras fases es muy importante para tratarlas mejor y evitar que se extiendan.
Si el año anterior se han infectado de alguna plaga o enfermedad, probablemente vuelva a repetirse, por lo que se debe hacer un tratamiento preventivo con insecticidas o fungicidas.
Las plagas más frecuentes son el Pulgón, la Cochinilla, la Mosca blanca, la Araña roja,… y se combaten con insecticidas y acaricidas. Consulte nuestra sección Anti-Plagas y Hongos y podrá ver los tratamientos para estas plagas.
La Mariposa del Geranio es muy dañina, hay que combatirla pulverizando cada 15 días con el tratamiento Anti-Taladro Geranios, aunque no se vea síntoma. Sus orugas hacen agujeros en los tallos de los geranios y los secan. Si la planta está muy atacada, habrá que retirarla porque no se puede recuperar y si no está muy atacada conviene podarla y eliminar los tallos afectados.
Las enfermedades típicas del jardín son el Oidio, Roya, Botritis y la pudrición de raíces. El Oidio provoca un polvo blanco o cenizo en hojas y brotes. La Roya se manifiesta en unos bultitos o pústulas de color oscuro y la Botritis produce un moho gris oscuro. Consulte nuestra sección Anti-Plagas y Hongos y podrá ver los tratamientos para estas plagas.
Además se deben capturar a mano los escarabajos, orugas, gusanos, babosas, caracoles,… Los caracoles y las babosas es mejor capturarlos por la noche, después del riego o de la lluvia.
Para un buen mantenimiento, hay que cortar y quemar las hojas que hayan sido atacadas por los hongos o las plagas. No se deben utilizar los esquejes de plantas infectadas porque podrían también estar infectados.